viernes, 13 de febrero de 2009

AL LEVANTARSE

¿Por qué no te levantas cada mañana, y simplemente das las gracias por haber nacido, das las gracias por existir? Levántante y, al borde de la cama, hincado/a sobre el piso, pronuncia: Gracias a Dios todavía estoy vivo/a. Gracias a Dios puedo permanecer un día mas con mis seres queridos, puedo acudir a mi trabajo, puedo ayudar a los demás. ¡Levántate! ¡Camina hacia fuera y ayuda a los demás! ¡Sé gentil con todo el mundo, busca la paz interior! ¿Que a veces tienes tentaciones, te abruma el egoismo? ¡No importa, esos son sentimientos propios de la naturaleza humana! Lo que debemos hacer es tratar de sobrepasarlos, y de dejarlos allí, muy profundo, en nuestro interior. Dejarlos alli, no permitir que salgan. Mira a tu alrededor. ¿Qué ves? Cosas que puedes cambiar, que puedes mejorar, un ambiente que puedes adecuar a tu existencia, a tu propio espíritu. ¿Qué esperas? Cambia lo que te parezca negativo, cambia el mal por el bien. Entonces, estarás en paz.

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