para estar en paz con nosotros mismos y con el universo.
viernes, 13 de febrero de 2009
AL LEVANTARSE
¿Por qué no te levantas cada mañana, y simplemente das las gracias por haber nacido, das las gracias por existir? Levántante y, al borde de la cama, hincado/a sobre el piso, pronuncia: Gracias a Dios todavía estoy vivo/a. Gracias a Dios puedo permanecer un día mas con mis seres queridos, puedo acudir a mi trabajo, puedo ayudar a los demás. ¡Levántate! ¡Camina hacia fuera y ayuda a los demás! ¡Sé gentil con todo el mundo, busca la paz interior! ¿Que a veces tienes tentaciones, te abruma el egoismo? ¡No importa, esos son sentimientos propios de la naturaleza humana! Lo que debemos hacer es tratar de sobrepasarlos, y de dejarlos allí, muy profundo, en nuestro interior. Dejarlos alli, no permitir que salgan. Mira a tu alrededor. ¿Qué ves? Cosas que puedes cambiar, que puedes mejorar, un ambiente que puedes adecuar a tu existencia, a tu propio espíritu. ¿Qué esperas? Cambia lo que te parezca negativo, cambia el mal por el bien. Entonces, estarás en paz.
Este sitio sólo quiere estar en paz con Dios y con el Universo. A veces es necesario encontrarse con uno mismo, alejarse del materialismo y de las cosas vanales del mundo, y buscar el sentido de nuestra existencia. Si eres una de esas personas, te esperamos con los brazos abiertos.
Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos.
El Amor Hacia los Enemigos
Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publícanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿Qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
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